lunes, 11 de noviembre de 2024


 

Fotos acerca de la obra de Edward     James el lugar es  Xilitla, en San Luis Potosí y son parte de mi portafolio titulado “Mi casa tiene alas…”

 

 Se vendió hace unos días el lote de las siete fotografías, que ofrecía originalmente en esta pagina y realmente estoy muy agradecido con la persona que compro todo el paquete.

 

Pero aún tengo a la venta las siguientes fotos, sin enmarcar, por si estas interesado en alguna de ellas.


Las más grandes miden 322.5 cms de largo y 107 de altura, impresas en papel Enhanced  Matte Paper y hechas en un plotter Epson Stylus Pro 11880.

 

Las piezas medianas miden 204 cms de largo y 107 de altura, enmarcadas, con las mismas   características que las anteriores.

 

SIN ENMARCAR


                                            -Piezas grandes:

Baños de luz fría. ©


 
Dentro del agua. ©

Cuando casí todos duermen. ©

Reencuentros. ©

 
Semper Celsus. ©

Las estrechas puertas del paraíso. ©

 

Leyes de observación. ©

Un hogar lejos de casa. ©

Tt2. ©

 
                                         -Piezas medianas:


El bastión de los sueños. ©


Duda mata. ©

Rincones inconscientes. ©

Otras vidas. ©

Senderos. ©

- Piezas impresas en papel brillante grandes:

Reencuentros © 

Dentro del agua. ©

Las estrechas puertas del paraíso. ©

- Piezas impresas en papel brillante medianas:

 El bastión de los sueños. ©

Senderos. ©

Rincones inconscientes. ©

Duda mata. ©

 

OJO: Las reproducciones no tienen el color exacto de la pieza original.


 

 

 



 

 

 



 

martes, 17 de septiembre de 2024

 

 

José Martínez Verea

 

Libro: “De cara a cámara.”

 

Tea agradezco la compra de este libro esperando los disfrutes.

 

Costo $ 750.00 (Setecientos cincuenta pesos.)

 

Favor de depositar a Banorte a la cuenta # 1051467969

 

Y mandarme su ficha de depósito por Whats App al 3311306262

 

De cara a cámara.

 

Comencé este trabajo en el año 2012, el primer fotógrafo frente a mi lente fue Don Guillermo Sierra quien tristemente falleció seis meses después.

 

Al retratarlo supe que no estaba frente a una tarea tan sencilla: por naturaleza el fotógrafo está detrás de la cámara y no frente a ella.

 

El tiempo pasó y todo iba de acuerdo al ritmo que me había planteado para realizar el portafolio, pero llego un momento en que el proyecto se detuvo totalmente. Pasaron un par de años en que lo tuve guardado. Llega el 2020, la pandemia, la encerrona en casa y un buen día, en una junta por Zoom, mi amigo Gaal Cohen me pregunta por el portafolio y es entonces cuando me decido a terminarlo.

 

Hice una reflexión acerca de todo el material que había reunido, y advertí que era necesario darle un giro de trecientos sesenta grados a la idea original.

 

Mi primera intención era poner fotos de todos los autores y me di cuenta que el producto iba a ser una especie de “ensalada” de imágenes: fotos a color, blanco y negro, artísticas, de periodismo, arquitectónicas, retratos, publicidad y lo que se les pueda ocurrir de temas fotográficos.

 

Me decidí entonces por hacer un cuestionario para que lo contestaran los integrantes del proyecto. Lo pensé mucho, busqué las preguntas que me parecían más adecuadas, pedí opiniones diversas y finalmente lo armé y lo comencé a presentar.

 

El resultado superó mis expectativas pues fui encontrando todo tipo de respuestas, divertidas, profundas, sinceras, directas, etc.

 

Después me quede pensando en la justificación de este trabajo, en la posibilidad de que este portafolio pudiera llegar a ser un documento histórico al ver y conocer a una serie de fotógrafos y sus herramientas, ya que sólo conocemos la obra mas no los pensamientos más íntimos de los autores del siglo XIX y principios del XX.

 

 Le di vueltas al asunto y pensé mucho en los propósitos del proyecto y renové mi perspectiva. No se trata, definitivamente, de un documento histórico, pues no llevé a cabo una investigación formal; este portafolio se perfila mejor como un ejercicio visual para el que comencé retratando amigos, quienes me llevaron a otros colegas y así fue creciendo la colección de retratos.

 

En el sentido personal, este trabajo ha sido un ejercicio que me ha puesto a prueba ya que me he salido totalmente de mi “zona de confort. No ha sido el retrato un género al que me he dedicado, y sin embargo muchos de mis colegas que conocen mi chamba aceptaron sin reservas cuando los invité a participar, y es algo por lo cual les estaré siempre agradecido.

 

Me siento muy contento con todos mis amigos y colegas que participaron en este ejercicio, pues me tuvieron la confianza para retratarlos como yo quería, me regalaron su tiempo, su familiaridad y su franqueza al ponerse delante de mí cámara. Puedo decir que de todos aprendí algo, de todos recibí una lección, su disposición fue increíble y me faltan palabras para agradecerles.

 

Atentamente,

 

 JMV